Desde el 5 de agosto 2021 COPRAD inicia su primera entrega de donaciones de insumos y equipamientos vinculados al apoyo de cuidados de personas con demencia y dependencia.

Gracias a la generosidad de nuestra socia Bernardita Ladrón de Guevara y familia, hemos podido iniciar un tremendo proyecto que se enmarca en iniciativas de vinculación con el medio, especialmente con la construcción de una alianza colaborativa entre la Corporación Profesional de Alzheimer y otras Demencias (COPRAD) y los establecimientos de larga estadía (ELEAM) de la fundación “La Familia de María” y SENAMA

Álvaro Mella, Director Administrativo del ELEAM Cordillera de Los Andes de Puente Alto nos comenta que existe un alto porcentaje de adultos mayores que no cuentan con personas significativas: “Alrededor del 80% de nuestros residentes no cuenta con red de apoyo activa, no cuentan con familiares o amigos que los vengan a visitar. Y de los pocos que contaban con apoyo, la Pandemia a limitado mucho su interacción. La verdad es que en el ELEAM Cordillera somos una familia construida entre residentes, el equipo de salud y administrativo”.

Cristóbal Mardones, director de COPRAD nos comenta: “El equipo de COPRAD Chile comienza una linda tarea, que con el ejemplo de Bernardita y su familia hemos podido impulsar. Muchas personas quieren concretar donaciones para personas con demencia u otra enfermedad que cause dependencia, pero que muchas veces se cae en una mala práctica cuando se ejecuta en una relación informal, me refiero, por ejemplo, a lo que ocurre con la donación de medicamentos que puede ser un arma de doble filo. Los efectos que el medicamento tenia en una persona no necesariamente se replicará en otra. Es un ejemplo de la importancia de que existan entidades que puedan regular la donación de este tipo de insumos, para que puedan ser administrados a personas que realmente lo requieran y con previa instrucción médica que sabemos ocurrirá en el ELEAM. Otro ejemplo, es la donación de sillas de rueda o bastones, en donde esta alianza colaborativa con el ELEAM Cordillera de los Andes permitirá pesquisar a través de su equipo de profesionales como Fonoaudiólogos, Terapeutas Ocupacionales y Kinesiólogos, quienes son los residentes que realmente lo requieren, abordando proceso de educación y enseñanza de uso. Estamos muy contentos de poder comenzar con este proyecto que permitirá acercarnos a una realidad que lamentablemente aún parece olvidada, como lo es la institucionalización”.

Bernardita Ladrón por su parte nos dice: “Mi familia quedó muy contenta con la recepción de nuestra donación. Mi padre falleció hace tres meses, se llamaba Hugo Renato Ladrón de Guevara Muñoz y era una persona muy tierna y divertida. Tenía un corazón de oro. Sin duda nos estaba acompañando”.

¿TIENES ALGÚN INSUMO O EQUIPAMIENTO QUE TE GUSTARÍA DONAR?

Algunos datos relevantes:

  • Se estima actualmente en Chile, que el 1,06% de la población total país presenta algún tipo de demencia (Slachevsky et al., 2012). El Estudio Nacional de la Dependencia realizado por el Servicio Nacional del Adulto Mayor, SENAMA, en el año 2009, da cuenta que el 7,1% de las personas de 60 años y más (7,7% en mujeres y 5,9% en hombres) presenta deterioro cognitivo, cifra que a partir de los 75 años muestra un aumento exponencial, alcanzando 13% en las personas entre 75-79 años y 36,2% en los mayores de 85 años. La Encuesta Nacional de Salud ENS 2009-2010 (ENS Chile), reportó que 10,4% de los adultos mayores presentan un deterioro cognitivo y 4,5% presenta deterioro cognitivo asociado a discapacidad, que alcanza a 16% en los de 80 años y más (Ministerio de Salud, 2010). Es importante señalar que la mayor prevalencia de demencia en Chile se ubica en niveles socioculturales bajos y en población rural, los que podrían considerarse como determinantes sociales de la enfermedad (SENAMA, 2010).
  • Analizando específicamente la dependencia en las personas mayores, se encuentra que su prevalencia en Chile alcanza al 21,5% de la población nacional de 60 años y más, siendo mayor en las zonas rurales y en las personas de menor situación socioeconómica y educación. La fracción de la dependencia atribuible a demencia alcanza a 38,8% (SENAMA, 2011).
  • A medida que la demencia avanza, la persona que la padece requiere una mayor asistencia y supervisión en las actividades de la vida diaria (AVD). En la mayoría de los casos, esta labor es realizada por un cuidador informal no remunerado, usualmente un familiar, de sexo femenino en más del 70% de los casos (Slachevsky, Budinich, Miranda-Castillo, 2013).
  • En la provisión de cuidados de largo plazo existen una multiplicidad de respuestas dependiendo del tipo de cuidado que se brinda, la cobertura, la calidad, el recurso técnico y humano utilizado, la infraestructura con que se cuenta, el lugar donde se proveen los cuidados, entre otros (SENAMA, 2009).
  • De todas las posibles combinaciones existentes, en Chile se observa claramente la preeminencia de dos tipos de cuidados: en primer lugar, los que se verifican en el ámbito de la familia y la comunidad y, en segundo lugar, los que se brindan en los Establecimientos de Larga Estadía (ELEAM).
  • Dentro de las variables contextuales del cuidado, se observa que la falta de apoyo social, definido como no tener a alguien a quien recurrir si necesita ayuda de cualquier tipo, es la variable que se asocia en forma más significativa con la carga del cuidador. Por otra parte, los trastornos de comportamiento y el grado de deterioro funcional están altamente correlacionados con el grado de sobrecarga. Cuando el cuidado se lleva a cabo en condiciones de pobreza, sin descansos, capacitación ni recursos para la atención, hay un alto riesgo de morbilidad asociada, derivada de incumplimiento de los programas preventivos de salud, aumento de los índices de depresión y disminución de la inmunidad. El riesgo de abandono y malos tratos se incrementa también con un cuidador abrumado.