
El objetivo de esta jornada es poder contribuir a la generación del conocimiento y formación de recurso humano especializado en el abordaje de personas con demencias.
Actualmente en nuestro país viven más de 200 mil personas con demencia. Si consideramos además el impacto a nivel familiar se puede inferir que cerca de 800 mil personas estarían asumiendo la carga de la enfermedad, ya sea por el cuidado que implican como por encontrarse en sus grupos familiares o próximos.
Las demencias se caracterizan por un deterioro de una o más capacidades cognitivas, generalmente asociado a alteraciones conductuales suficientes para causar pérdida de la autonomía de la independencia en las actividades de la vida diaria. Las principales causas de demencia son la enfermedad de Alzheimer, las demencias vasculares y otros tipos de enfermedades neurodegenerativas.
Las posibilidades de tener demencia se acentúan a medida que avanzan los años. Su prevalencia es de 5 a 8% en los individuos entre 65-70 años. Esta se duplica a partir de los 65 años siendo de 15 a 20% en los mayores de 75 años y de 25 a 50% en los mayores de 85 años.
El acelerado cambio demográfico que vive nuestro país, donde una de sus principales consecuencias es el envejecimiento de la población, posicionan a Chile como el segundo país de la región latinoamericana con mayor esperanza de vida luego de Costa Rica, motivo por el cual para el 2050 más de medio millón de personas presentarán algún tipo de demencia.
Tanto el Alzheimer como la mayoría de las otras demencias son enfermedades sin un tratamiento curativo, por lo que el esfuerzo debe estar puesto en la prevención, el diagnóstico oportuno y la mejoría en la calidad de vida de la persona con demencia y de su entorno cercano, esto último por la carga asociada al cuidado del mismo que generalmente recae en familiares, situación que desemboca en un desgaste multidimensional (físico, emocional y económico).
Este escenario hace más urgente contar con una respuesta integral a estas enfermedades, analizada, diseñada e implementada desde una mirada intersectorial, considerando -indudablemente-el carácter biomédico de su abordaje, pero también el social, comunitario y por supuesto, el económico.
Como respuesta a esta realidad, el Ministerio de Salud (MINSAL) convocó a realizar un trabajo conjunto a la comunidad civil, a académicos universitarios y profesionales de la salud con experiencia en el campo de las demencias. Bajo el liderazgo del MINSAL se reunieron también otros actores del poder ejecutivo. Fruto de este trabajo coordinado se creó el Plan Nacional de Demencias. Dicha iniciativa se encuentra actualmente en fase de aplicación inicial, generando un modelo de atención de personas con demencia y sus familias revolucionario a nivel nacional y que sigue el ejemplo de la experiencia internacional.
Fuente: Policy Paper Demencia. 2019. Red Transdisciplinaria, VID, U. de Chile. COPRAD
REVIVE LA EXPERIENCIA 2018